[ES]
En la vida cotidiana, la cocina es un espacio de creación, experimentación
y cuidado, donde cada ingrediente se selecciona y combina cuidadosamente para conseguir un resultado especial. Del mismo modo, en Bilogic, cada proyecto de impresión y diseño se desarrolla con dedicación
y precisión, prestando atención a los detalles y adaptándose a las necesidades de cada cliente.
Queremos que esta metáfora visual muestre cómo un estudio gráfico es, en muchos sentidos, como una cocina: un lugar donde se mezclan ideas, se prueban técnicas y se afinan detalles para obtener resultados únicos. Del mismo modo que una cocina une a la gente, Bilogic se convierte en un espacio que conecta a los vecinos, ofreciéndoles un servicio en el que pueden confiar y que sienten como una prolongación de su propia casa.
Para plasmar esta idea, se ha recreado una cocina en el escaparate, toda ella realizada en cartulina amarilla, aportando un efecto de calidez y una estética artesanal, creando una especie de «cocina de origami». Este espacio simula el ambiente acogedor y cotidiano de una cocina familiar, pero dándole un toque divertido y creativo: los utensilios y herramientas de cocina se han sustituido por productos y elementos propios de Bilogic, como una impresora, rollos de papel, herramientas gráficas, además de servicios como tazas o delantales personalizados. Todos estos elementos se muestran en negro para crear contraste con el fondo amarillo. El objetivo de descontextualizar los objetos gráficos en un entorno de cocina es captar la atención y sorprender a quienes pasan junto al escaparate, invitándoles a detenerse, observar y reflexionar sobre cómo Bilogic convierte lo cotidiano en algo especial.
En esta propuesta, lo habitual se transforma, el escaparate sugiere que los servicios de Bilogic son tan esenciales y están tan presentes en la vida diaria de sus clientes como la propia cocina de sus hogares. La fusión de estos dos mundos hace de Bilogic un espacio donde la creatividad, la cercanía y la profesionalidad se mezclan para ofrecer soluciones gráficas que acompañan a los vecinos en su día a día.
En la vida cotidiana, la cocina es un espacio de creación, experimentación
y cuidado, donde cada ingrediente se selecciona y combina cuidadosamente para conseguir un resultado especial. Del mismo modo, en Bilogic, cada proyecto de impresión y diseño se desarrolla con dedicación
y precisión, prestando atención a los detalles y adaptándose a las necesidades de cada cliente.
Queremos que esta metáfora visual muestre cómo un estudio gráfico es, en muchos sentidos, como una cocina: un lugar donde se mezclan ideas, se prueban técnicas y se afinan detalles para obtener resultados únicos. Del mismo modo que una cocina une a la gente, Bilogic se convierte en un espacio que conecta a los vecinos, ofreciéndoles un servicio en el que pueden confiar y que sienten como una prolongación de su propia casa.
Para plasmar esta idea, se ha recreado una cocina en el escaparate, toda ella realizada en cartulina amarilla, aportando un efecto de calidez y una estética artesanal, creando una especie de «cocina de origami». Este espacio simula el ambiente acogedor y cotidiano de una cocina familiar, pero dándole un toque divertido y creativo: los utensilios y herramientas de cocina se han sustituido por productos y elementos propios de Bilogic, como una impresora, rollos de papel, herramientas gráficas, además de servicios como tazas o delantales personalizados. Todos estos elementos se muestran en negro para crear contraste con el fondo amarillo. El objetivo de descontextualizar los objetos gráficos en un entorno de cocina es captar la atención y sorprender a quienes pasan junto al escaparate, invitándoles a detenerse, observar y reflexionar sobre cómo Bilogic convierte lo cotidiano en algo especial.
En esta propuesta, lo habitual se transforma, el escaparate sugiere que los servicios de Bilogic son tan esenciales y están tan presentes en la vida diaria de sus clientes como la propia cocina de sus hogares. La fusión de estos dos mundos hace de Bilogic un espacio donde la creatividad, la cercanía y la profesionalidad se mezclan para ofrecer soluciones gráficas que acompañan a los vecinos en su día a día.
[EN]
In everyday life, the kitchen is a space for creation, experimentation and care, where each ingredient is carefully selected and combined to achieve a special result. Likewise, at Bilogic, each printing and design project is developed with dedication and precision, paying attention to detail and adapting to the needs of each client.
In everyday life, the kitchen is a space for creation, experimentation and care, where each ingredient is carefully selected and combined to achieve a special result. Likewise, at Bilogic, each printing and design project is developed with dedication and precision, paying attention to detail and adapting to the needs of each client.
We want this visual metaphor to show how a graphic studio is, in many ways, like a kitchen: a place where ideas are mixed, techniques are tested and details are fine-tuned to deliver unique results. Just as a kitchen brings people together, Bilogic becomes a space that connects neighbours, providing a service they can trust and feel like an extension of their own home.
To capture this idea, a kitchen has been recreated in the shop window, all made of yellow cardboard, giving it a warmth effect and a craft aesthetic, creating a kind of ‘origami kitchen’. This space simulates the cosy and everyday atmosphere of a family kitchen, but giving it a fun and creative twist: kitchen utensils and tools have been replaced by Bilogic's own products and elements, such as a printer, paper rolls, graphic tools, as well as services such as personalised mugs or aprons. All these elements are shown in black to create contrast with the yellow background. The purpose of decontextualising graphic objects in a kitchen environment is to capture the attention and surprise those who pass by the window, inviting them to stop, observe and reflect on how Bilogic turns the everyday into something special.
In this proposal, the usual is transformed, the showcase suggests that Bilogic's services are as essential and present in the daily life of its customers as the kitchen itself in their homes. The fusion of these two worlds makes Bilogic a space where creativity, proximity and professionalism are mixed to offer graphic solutions that accompany the neighbours in their daily lives.









